Máquina de almacenamiento y recuperación

Los transelevadores son el corazón de los almacenes automáticos de estanterías elevadas. El aumento de los volúmenes de producción y de la velocidad de desplazamiento impone exigencias especialmente elevadas al suministro de energía. También en este caso VAHLE tiene a mano las soluciones adecuadas.

Suministro fiable de energía para la gestión de mercancías

Las máquinas de almacenamiento y recuperación (SRM) o transelevadores (STC) son el eje del almacenamiento y la recuperación automáticos en almacenes de estanterías altas. Pueden guiarse en uno o varios carriles y desplazarse en tres direcciones a lo largo de su eje longitudinal, transversal o vertical. Funcionan en pasillos o sirven a todo el almacén con la ayuda de un sistema de conmutación.

Dado que los almacenes automáticos de gran altura suelen funcionar las 24 horas del día, los transelevadores deben estar disponibles en todo momento. Las averías inesperadas o los tiempos de inactividad tienen un efecto especialmente grave en este punto.

Los crecientes volúmenes de producción, las velocidades de desplazamiento más rápidas y la manipulación de cargas cada vez más pesadas requieren una potente fuente de alimentación, así como sistemas fiables de control y posicionamiento. Para aprovechar al máximo el espacio del almacén, normalmente sólo se dispone de un espacio limitado para la alimentación eléctrica y la transmisión de datos.

Como líder del mercado en el segmento RBG, VAHLE ofrece una amplísima gama de productos. Con nuestras soluciones compactas y de bajo mantenimiento, siempre estará en el lado seguro.

Your Vision – Our Solution

VAHLE Challenges

Desafíos

  • Los crecientes volúmenes de producción exigen el máximo rendimiento
  • Las velocidades de desplazamiento más altas requieren una mayor producción de energía
  • El aumento de la diversidad de artículos reduce el espacio de instalación disponible
  • La disponibilidad 24/7 no permite largos periodos de inactividad
  • Utilización en condiciones ambientales extremas, por ejemplo, en almacenes frigoríficos hasta -30 °C